Por Franiel Genao
Así como nos costó entender y valorar el papel del distanciamiento físico, el uso de mascarillas y el lavado de manos, tenemos que lograr generar los niveles de conciencia y confianza en la gente para que asuma el nuevo reto que tenemos por delante que es lograr que el Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19 presentado por el Gobierno el pasado lunes sea un éxito, pues de éste dependerá la vida de miles de dominican@s y además es el primer paso hacia la recuperación de la economía local.
Es preocupante que más de un 40% de la población, como ha indicado el gobierno, exprese desconfianza en esta iniciativa, pero a la vez es entendible. Las dudas están ahí como parte de la incertidumbre que ha acompañado a la humanidad un buen tramo de este año, que nos ha tocado enfrentar la primera pandemia de la historia moderna que por sus efectos ha descolocado la cotidianidad de cada uno de nosotr@s de formas que todavía no entendemos del todo.
No hay uno solo de nosotr@s que no haya sentido miedo o angustia en estos meses, el coronavirus ha sabido instalarse en nuestros cuerpos y mentes disparando nuestras ansiedades. Por eso es que en esta batalla que toca ahora no podemos acomodarnos en los lugares comunes, no debe haber lugar para la ridiculización del otro que nos diga que no se quiere poner la vacuna, porque a excepción de una minoría ruidosa, hay muchas personas que fundados o no en evidencias tienen miedos válidos.
Por eso en este momento la pedagogía sobre la importancia del proceso de vacunación desde las autoridades públicas, los medios de comunicación, los actores sociales, económicos y culturales, es clave. Una acción que tiene que ser masiva y sistemática, fundamentada en la participación y la transparencia para que la fe pública y la confianza en la ciencia médica no tenga quiebres.
Cuando hablamos de participación, nos referimos a un involucramiento de todas las organizaciones de base desde los clubes deportivos, espacios culturales, iglesias y organizaciones comunitarias como primeras correas de transmisión de la información a la población acompañadas y orientadas por el Gabinete de Salud que dirigen la batalla en esta crisis sanitaria.
Y en la transparencia vista como un proceso integral para que cada ciudadano vea como si fuera una casa de cristal el movimiento de cada uno de los componentes del Plan de vacunación pues ahí nace la confianza que no debe faltar hoy más que nunca.
Lo que dice la gente