El desarrollo de las aptitudes sociales y la empatía de los niños y niñas están directamente relacionadas con la presencia activa de los padres en sus vidas.
El pasado jueves la Cámara de Diputados aprobó en primera lectura el proyecto de Ley de Licencia de Paternidad, con el que se modifica el actual Código de Trabajo para que por primera vez en la historia se reconozca la licencia postparto para los hombres durante 15 días no laborables en el sector privado.
La pieza impulsada por el diputado del partido Opción Democrática, José Horacio Rodríguez y que fue acogida con 102 votos a favor y solo 2 en contra, establece en su párrafo uno del artículo 54 que en caso de parto de la esposa o de la compañera debidamente registrada en la empresa, el empleador deberá otorgar dicha licencia a partir del nacimiento o adopción.
Para muchos y muchas la noticia ha sido muy bien recibida, y es que por fin se asume y se reconoce la importancia de una paternidad presente tomando en cuenta que cuando los padres se involucran indiscutiblemente la calidad de vida de las madres aumenta, y tiene una influencia muy positiva en la vida del o la infante.
A pesar de esto, para el diputado Tulio Jiménez esta licencia es demasiado. Durante la sesión donde se conocía el proyecto el congresista se mostró en contra advirtiendo que 15 días son demasiados para una licencia de paternidad y que cinco días son más que suficientes.
“En cinco días usted tiene tiempo para darle calor a su bebé, estar en familia y luego ir a hacer de lo que usted vive, que es laborar, porque la vida tiene que ser vivir del sudor de su frente”, fue el argumento utilizado por el diputado del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Ante esta posición es necesario recordar que la llegada de un bebé siempre será más desafiante para las madres y que la participación del padre es importante, no solamente desde las primeras consultas ginecológicas y obstétricas, sino también durante el período de gestación, en el parto, la lactancia y los desafíos que tendrán que afrontar como familia. Por eso las licencias de paternidad constituyen un gran paso de avance para la igualdad y de lo justo.
Asimismo, hay que recordarle al congresista de la bancada morada que ejercer la paternidad no es sólo ser una figura proveedora, en el mejor de los casos, tomando en cuenta la alta cantidad de madres solteras en nuestro país a quienes luego la sociedad le reprocha su modelo de crianza.
Ante este tipo de posiciones nos llama nuevamente a una reflexión sobre cuál es la calidad y la visión de nuestros congresistas que tienen el sagrado rol de representar y velar por nuestros derechos e intereses.
Por mi propia experiencia sé que tan importante es sentirse apoyado y respaldado y el vacío que genera la ausencia o el desentendimiento de un padre. También lo que implica para las madres agotar todo este proceso solas, una dinámica que lamentablemente es demasiada común y normalizada en nuestra sociedad.
Ante este panorama, el rol del Estado es crear las condiciones necesarias para romper con este paradigma a través de las leyes y políticas públicas, y este proyecto de Ley de Licencia de Paternidad es un buen punto de inicio.
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