Atribuciones de la regiduría: poco conocidas, pero fundamentales para la gestión de los gobiernos locales

La figura del regidor o regidora desempeña un papel vital en la gestión municipal; sus propuestas y decisiones son fundamentales para alcanzar los objetivos de desarrollo de las comunidades y sobre todo deben garantizar una administración transparente y responsable.

Pareciera mentira pero la verdad es que es muy poca la información que maneja la ciudadanía sobre cuáles son esencialmente las responsabilidades de los regidores y regidoras, este desconocimiento no pasa desapercibido incluso entre algunos candidatos y candidatas que a juzgar por las propuestas que presentan, si es que las presentan, en nada tienen que ver con el cargo al que aspiran.

Por eso y a propósito de que el próximo domingo 18 de febrero nos tocará elegir a nivel municipal a 1164 regidores, me parece oportuno traer a colación por qué son tan importantes sus funciones y para qué sirven y para qué no. 

Este rol de elección popular forma parte los gobiernos locales, lo más cercano que tiene la gente a la administración de lo público razón por la cual afecta directamente, para bien o para mal, la vida  y el día a día de los munícipes, desde asuntos como la gestión de los residuos sólidos hasta en qué y cómo se invierte el presupuesto municipal. 

Empecemos por el marco legal; las responsabilidades de un regidor/ra están contenidas en la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, una pieza como su nombre señala, entre otros aspectos, instruye y rige el funcionamiento de las alcaldías, composición del consejo municipal, atribuciones y procedimientos.  

En el ámbito municipal, los concejales como también se les conoce son quienes junto al alcalde o alcaldesa de turno conforman la llamada sala capitular o concejo municipal (sí, se escribe con "c"),  que según el articulado número 52 “es el órgano colegiado del ayuntamiento, cuyo rol es estrictamente normativo y de fiscalización, en modo alguno ejerce labores administrativas y ejecutivas”.

Entre las funciones y responsabilidades de los regidores/as están:

• Aprobación del  presupuesto municipal.

• Fiscalización del uso de presupuesto participativo.

• Conocer y debatir sobre las propuestas presentadas por la ciudadanía.

• Aprobación de los reglamentos y ordenanzas municipales a iniciativa propia, de la alcaldía y de las instancias sociales que esta ley u otra le otorguen derecho a presentar iniciativas.

• Aprobación de los gastos no previstos en el presupuesto.

• Fiscalización de las unidades de gestión y administración de las entidades territoriales adscritas al municipio, y a los organismos autónomos que de él dependan y las empresas municipales.

• Aprobación de los planes de desarrollo operativos anuales y demás instrumentos de ordenamiento del territorio, uso de suelo y edificación, que presenta la sindicatura.

• Aprobación de los reglamentos municipales.

• Evaluación de los planes operativos anuales en correspondencia con el presupuesto a los fines de que se garanticen la prestación de servicios de calidad a la ciudadanía.

• Aprobación de la adquisición de bienes por parte de las alcaldías. 

• Conocer y aprobar los informes periódicos de las alcaldías.

• Solicitar, conocer y aprobar los informes del contralor interno.

Lo que no es función de los regidores 

• Ayudas económicas. 
• Ser empleados al servicio de los intereses de los alcaldes o alcaldesas. 
• Repartir cajas o fundas con productos comestibles.
• Servicios funerarios.. 
• Asumir costos médicos. 

Si pudiera resumir la función de un regidor diría que la representación, la fiscalización y la capacidad de hacer  contra peso son los indispensables para estos perfiles. Las y los regidores son  y deberían ser siempre los auténticos guardianes de los gobiernos locales.

Para hacer cumplir esta premisa, les recuerdo que con la eliminación del voto de arrastre que se aplicará por primera vez en esta contienda gracias al fallo emitido por el Tribunal Constitucional en estos comicios tenemos la oportunidad de evitar que un partido político tenga el control absoluto de las alcaldías garantizando así que podamos elegir libremente por propuestas y no solo por siglas, colores o banderías.

Finalmente, a juzgar por los retos y desafíos que enfrentamos como colectivo,  nuestras comunidades necesitan regidores más comprometidos y con alta vocación y conocimiento sobre los temas que nos afectan.

En ese sentido y a modo de reflexión, este próximo domingo elijamos verdaderos municipalistas que entiendan la importancia de vivir en comunidad y nos devuelvan la confianza y la ilusión de vivir en nuestra ciudad, porque más allá de campañas en redes sociales y videos bien producidos, necesitamos soluciones.